Una boda civil en Almazán


La boda en el Espacio Convento Grumer de Almazán de Sonia y Guillermo fue fiesta y pura alegría. No puedo olvidarme de que fue una de esas parejas que nos escribió para poner la fecha de su boda en relación a nuestra disponibilidad, algo que cuando nos pasa aún no nos creemos y que agradecemos con todo nuestro corazón.

Después de la emotiva y preciosa boda que celebraron, me invitaron a pasar un fin de semana en otro de sus hogares en el mundo, para dar el broche final al reportaje de fotos con una espectacular sesión postboda en Santander frente al mar.


La boda de Sonia y Guillermo estuvo llena de emociones, alegría y un buen gusto exquisito gracias a la ayuda de Sara, la wedding planner de Aire Libre Eventos, que hizo realidad el sueño de boda que la pareja tenía en mente.

De las invitaciones y la papelería se encargó Virginia, de Country Lemonade, para poner la guinda a una serie de detalles muy cuidados durante toda la celebración.

Me enamoré de esta pareja en la boda de César y Noelia, la hermana de Guillermo. Parecía que se acababan de conocer, les brillaba la emoción en los ojos, bailaban como si no hubiese mañana y ambos llevaban aquella sonrisa y simpatía constante que nos robó un montón de fotos.

Cuando, unos años después, recibí el email sobre su boda, me llevé una alegría increíble, y en el momento en que me contaron que llevaban 15 años juntos, no me lo podía creer.

Después de todo eso y de compartir una sesión preboda genial unos meses antes, llegó su día.


Sonia me esperaba muy tranquila en la suite del Convento Grumer mientras Estudio Cero Estilistas y Bárbara Pérez se encargaban del peinado y el maquillaje, respectivamente. Secuestré su vestido de novia de Laure de Sagazan y sus zapatos de Franjul para fotografiarlos en un ambiente que los realzara, ya que el convento tiene un claustro precioso en el que sabía que la luz iba a hacer justicia a estas dos firmas que amo. Para completar su look ideal de novia romántica llevó un tocado de Pamela de la Colina, un ramo de Arte Floral La Villa, y un anillo espectacular de Aristocrazy.

Guillermo nos recibió con un poquito más de nervios y se vistió con un traje de Dsquared2.


La pareja decidió hacer un first look antes de la ceremonia, y como suele ocurrir con esta decisión, fue un paso previo muy útil para quitarse algo de nervios y tener un momento de intimidad previo a reunirse con todos sus seres queridos, que fueron bienvenidos por dos zancudos de la compañía de Pablo Méndez

La ceremonia en el jardín del Convento Grumer fue muy emotiva y cercana gracias a los discursos pronunciados y a los votos que compartió la pareja frente a todas las personas que estaban presentes.


El Convento Espacio Grumer se encargó de que toda la gente disfrutase de la comida, las bebidas y la fiesta. 

La música fue protagonista durante toda la boda, ya que el novio dedica su vida a este mundo artístico maravilloso y preparó con mucho cariño la banda sonora de un día increíble que fue realmente una fiesta.

Gracias Sonia y Guillermo, por haberme hecho sentir siempre parte de ese amor que dais, y por haberme hecho sentir también ese que generáis a vuestro alrededor, con la magia, alegría y equilibrio que cultiváis en conjunto. ❤ Quienes les conocen saben de qué hablo, ¿verdad?